Autora: Mg. Martha Giraldo Limo.
En el año 2009, la Asamblea General de Naciones Unidas decidió establecer el 13 de octubre de cada año como la fecha en que se celebra el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, con el propósito de concienciar a los gobiernos y a la opinión pública para que tomen medidas encaminadas a minimizar los riesgos.
En la actualidad, se reconoce la innegable relación existente entre el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la educación, la reducción del riesgo de desastres, la respuesta en casos de desastre y la rehabilitación y reconstrucción después de un desastre, así como la necesidad de la sociedad en su conjunto de seguir desplegando esfuerzos para reducir el riesgo con el que diariamente convivimos en innumerables aspectos de nuestras vidas.
El 13 de octubre de 2024, el énfasis estará puesto en la relevancia del rol que cumple la educación en la reducción el riesgo y en la formación, sensibilización y capacitación de jóvenes y niños para vivir en un mundo con cada vez menos consecuencias ocasionadas por desastres de origen natural o inducidos por acción humana.
Las Naciones Unidad en el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres 2024, pide a los países que aprovechen el sector educativo para reducir los riesgos de desastres de los niños en edad escolar, especialmente invirtiendo en áreas clave: [1]
- Proteger a los niños y jóvenes mediante escuelas e instalaciones educativas seguras: los niños tienen derecho a estar seguros en sus escuelas y esto empieza por garantizar que las escuelas sean resilientes a los desastres y formen parte de los sistemas de alerta temprana de desastres.
- Capacitar a los niños y jóvenes para que estén seguros mediante una educación adecuada a su edad que les permita comprender los riesgos a los que se enfrentan y actuar en consecuencia. Esto incluye desarrollar su preparación para tomar medidas tempranas en respuesta a las alertas tempranas. Los niños y jóvenes capacitados se convierten en agentes de cambio para lograr comunidades más resilientes.
- Respaldar y aplicar el Marco Integral de Seguridad Escolar 2022-2030 [2], elaborado por la Alianza Mundial para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Resiliencia en el Sector de la Educación (GADRRRES), presidida por la UNESCO y el UNICEF.
Es necesario empoderar a niños y jóvenes, brindándoles el espacio y modalidad para que reduzcan el riesgo de desastres, sin pasar por alto el conocimiento del escenario de riesgo en el que viven, es decir con un reconocimiento explícito de los peligros y vulnerabilidades con los que conviven, este propósito se debe lograr desde la más temprana edad, por ello, la escuela cumple un rol decisivo en la adquisición de conocimientos y desarrollo de actitudes y valores para la formación de una Cultura de Prevención en las nuevas generaciones.
El Marco de Sendai establece como una de sus prioridades la comprensión del riesgo de desastres en todas sus dimensiones de vulnerabilidad, capacidad, grado de exposición de personas y bienes, así como de las características de los peligros y el entorno, es decir el conocimiento del escenario de riesgo. Ello con el objeto de aprovechar dicho conocimiento para la evaluación del riesgo previo a los desastres, para la prevención y reducción y para la elaboración y aplicación de medidas adecuadas de preparación y respuesta eficaz para casos de emergencias y desastres; en suma, para la adecuada toma de decisiones por parte de la población y el Estado. [3]
Para el logro de lo detallado, el Objetivo Prioritario 01 de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres al 2050 [4] : “Mejorar la comprensión del riesgo de desastres para la toma de decisiones a nivel de la población y las entidades del Estado”, entre sus variadas líneas de actuación propugna el desarrollo de competencias, capacidades, actitudes y adquisición de conocimientos relacionados a los componentes y procesos de la Gestión del Riesgo de Desastres en la Educación Básica Regular, Educación Superior y Técnico Productiva, entre otros.
El logro de este propósito, nos conduce a replantear el concepto de Escuela Segura en su aspecto más amplio, que involucra en su características estructurales y no estructurales a estudiantes, docentes, administrativos, mantenimiento, padres de familia y comunidad educativa en general.
La Escuela Segura es el colegio, instituto, universidad, academia que es estructuralmente sólida y no se derrumbará durante un desastre. Ofrece a través de sus docentes, directivos, administrativos y demás un entorno propicio para el aprendizaje, en el cual se garantiza en todo momento la educación, la salud y la seguridad de los estudiantes, sin tener en cuenta la edad de éstos.
Es una comunidad de alumnos que están comprometidos con una Cultura de Prevención, conscientes de los riesgos y preparados para responder en caso de emergencias y/o desastres. Es aquella que experimenta mínimas interrupciones, aún después de un desastre y continúa ofreciendo un entorno saludable para el aprendizaje de sus estudiantes.
Sin embargo, el Plan de Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres del Sector Educación- PPRRD 2024-2026 [5], nos describe la realidad de las Instituciones Educativas (IE) de nuestro país. Analiza los niveles de riesgo de las IE, considerando la ocurrencia de un sismo de gran magnitud seguido de tsunami en la costa peruana, de un total de 63 056 IE públicas y privadas, 9 243 se encuentran en riesgo muy alto de colapsar ante la ocurrencia de este evento dañino y en alto riesgo se estiman 48 614, involucrando en total a 5 357 974 estudiantes y 323 782 estudiantes.
El mismo documento de planificación, hace conocer que ante situaciones de inundaciones por Fenómeno El Niño, en riesgo muy alto se encuentran 438 IE y en alto riesgo 7 131 IE, afectando el normal desenvolvimiento de 1 381 042 estudiantes y 72 310 docentes.
Ante la variada y compleja fenomenología peruana, para tener una idea de la situación y condiciones estructurales de las IE de nuestro país, se pone en relieve únicamente como ejemplo, dos fenómenos naturales cuyo riesgo se centra en riesgo muy alto y riesgo alto.
Si nos centramos en los daños, se cuenta con esta información importante, que solamente en la Costa Norte, el Niño Costero del 2017, dejó como consecuencia 141 instituciones educativas colapsadas; 3,703 afectadas y 315 inhabitables [6].
Las condiciones no estructurales de una Escuela Segura, consideran que las competencias, capacidades, actitudes y adquisición de conocimientos de niños, jóvenes, adultos en situación de estudiantes, es que los docentes de las diferentes modalidades y etapas educativas consideren en sus planificaciones curriculares contenidos de aprendizaje referidos al conocimiento de los diferentes escenarios de riesgo, familiar, laboral, local, regional, nacional; a la reducción de las vulnerabilidades y por consiguiente a la mitigación del riesgo; a estar preparados para responder eficazmente ante una emergencia o un desastre, es decir en términos concretos a la adquisición de aprendizajes de Gestión del Riesgo de Desastres que conllevará al fortalecimiento de una Cultura de Prevención que se verá reflejada en las actitudes ciudadanas de los peruanos en el 2050, teniendo en cuenta que los cambios actitudinales son generacionales.
En este contexto, es importante resaltar el compromiso del Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN), que desde el año 2011, año de creación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD), se comprometió en la formación de una Cultura de Prevención con el desarrollo de Diplomados en Gestión del Riesgo de Desastres, en un primer momento, para luego avanzar a la creación de Maestría en Gestión del Riesgo de Desastres. En el mismo sentido, incluyendo la asignatura de Gestión del Riesgo de Desastres en las Maestrías de Desarrollo y Defensa Nacional y en la de Administración y Gestión Pública, contribuyendo de esta forma a una formación integral y ciudadana de los jóvenes y adultos profesionales que se forman en sus aulas.
La educación, el conocimiento, las actitudes para la Gestión del Riesgo de Desastres son indispensables. Al respecto, es destacable lo que se establece en las Modificatorias al Reglamento de la Ley Nº 29664 [7], que aprueba el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, normándose que a partir del año 2026 a nivel nacional y regional[8], solamente aquellos profesionales y técnicos que durante el año 2025 acrediten sus competencias en Gestión del Riesgo de Desastres, ante el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE), podrán desempeñarse laboralmente en este campo, lo que involucra naturalmente a la docencia.
Esta medida contribuirá al fortalecimiento del SINAGERD en todos sus aspectos y en especial a la formación de niños y jóvenes en la comprensión y reducción del riesgo, que contarán con docentes que contribuyan a generar los aprendizajes necesarios para el fortalecimiento de una Cultura de Prevención.
En este aspecto, la seriedad en la elección de entidades certificadoras de competencias en Gestión del Riesgo de Desastres por SINEACE, será un factor determinante para el logro de los Objetivos Prioritarios de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres al 2050.
Para tener un Perú al 2050 con una Cultura de Prevención, requiere que las generaciones de niños y jóvenes de hoy, empiecen a ser protagonistas de la reducción de vulnerabilidades y del riesgo, que las Escuelas Seguras en su más amplia concepción, cuente con estructuras seguras y con una comunidad educativa consciente de la importancia de la formación de generaciones resilientes y comprometidas con el desarrollo sostenible del país.
- [1] Naciones Unidas: Nota Conceptual: Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.2024
- [2] chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://gadrrres.net/files/cssf-2022-2030_sp.pdf
- [3] Marco de Acción de Sendai 2015-2030
- [4] Decreto Supremo N° 038-2021 – PCM
- [5] Resolución Ministerial Nº217-2024 – MINEDU
- [6] Instituto Nacional de Defensa Civil. Compendio Estadístico del INDECI 2018.
- [7] Decreto Supremo Nº060-2024-PCM
- [8] SINEACE acreditará las competencias en GRD de profesionales y técnicos de los gobiernos locales en años sucesivos.